viernes, 16 de abril de 2010

El saber no ocupa lugar,...o si?

Henry Mancini

El autor de esta música nació, suponemos que de pie, tal día como hoy de 1924 en Cleveland, la capital de Ohio. Decimos que de pie, porque son pocos los que pueden presumir de haber estado en el sitio apropiado en el momento adecuado. Pero nadie puede negar a Henry Mancini haber sido el genio que fue.


De adolescente tuvo el arrojo de hacer llegar a Benny Goodman los arreglos que escribía. Arreglos que el genio del clarinete le devolvió con la recomendación de que estudiase más.
Y lo intentó. Se matriculó en la Juilliard School, pero la guerra se interpuso y le mandaron al frente europeo como soldado de infantería. Una vez más, Henry no se arrugó y pidió el traslado a la Fuerza Aerea, donde acompañó al cantante Tony Martin y donde le escuchó el director de la huérfana Orquesta de Glenn Miller que le contrató como pianista y arreglista.

Allí, Mancini conoció a la que sería su esposa, Ginny O’Connor con la que se fue a vivir a Los Ángeles, que, como todo el mundo sabe, está muy cerca de Hollywood.
En el 52 le encargaron en 1952 la banda sonora de “Perdido en Alaska”, una película de Abbot y Costello, a la que seguirían un centenar más de bandas sonoras en apenas siete años. Y, cosas del destino, participó en las películas que se filmaron sobre las vidas de Glenn Miller y Benny Goodman.

Ya en el 58, a Mancini le encargaron la música para un proyecto tan genial como maldito: “Sed de Mal”, una película que iba a ser alimenticia para Orson Welles.
Él siempre dijo que la banda sonora de “Sed de mal” fue uno de sus mejores trabajos. Y tenía razón, porque, gracias a él, un joven director, Blake Edwards, se fijó en él y le contrató para uno de sus primeros proyectos, “Peter Gunn”. Con esa música, Mancini ganó sus dos primeros grammys.

Y llegó, en 1961, “Desayuno con diamantes” que fue la apoteósis. Cinco grammys y dos oscars y una canción, “Moon river”, de la que se han grabado más de mil versiones y que tiene el honor de haber sido el sencillo más vendido en los sesenta.


Después vendrían la inolvidable “Días de vino y rosas”… “La pantera rosa”… “La carrera del siglo”…. “El guateque”… “Charada”… “Dos en la carretera”…“Victor o Victoria”… y un largo y lujoso etcétera. En fin, todo un capítulo de la historia de la música y el cine que puede resumirse en una cifra: 72 candidaturas a los grammys.



Fallece el 14 de julio de 1994. Pero basta escuchar las primeras notas de cualquiera de sus melodías para combrobar que es universal.

Tema de la peli Bareta
Moon River
La pantera rosa
Sunflowers

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