La palabra clausura, procede de la palabra latina cleudere que significa cerrar. Su raiz es la misma que la de claustrofóbia. En el caso de las monjas de clausura, el encierro es vivido como una experiencia espiritual.
La palabra divorcio es un préstamo que fue incorporado en el S XVI. Su origen es la palabra divortium que deriva de divertere que significa irse o separarse.
La palabra ósculo tiene su origen en la antigua Roma; los antiguos romanos no se besaban, se daban ósculos. El beso fue introducido en el latín por poetas como Catúlo, de origen celta. Poco a poco el beso celta fue relegando al ósculo a las situaciones más formales.
La palabra conocer, proviene del latín cognoscere. Se puede emplear como un eufemismo de acostarse con alguien, que es a su vez un eufemismo de hacer el amor, que es un eufemismo de practicar el acto, que lo es de tener relaciones sexuales con alguien: Eufemismo, es una palabra derivada del griego que significa hablar bien.
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